Los términos préstamo y crédito son usados indistintamente por el ciudadano de pie e incluso por muchos economistas para referirse a la misma operación financiera cuándo en la realidad son dos cosas muy distintas que trataré de aclararos a continuación.
Aspectos como la cuantía de dinero tratada, la forma utilizada para devolver el dinero, la disponibilidad de la cantidad y el pago de los intereses determinan que estemos hablando de una u otra operación crediticia.
Disponibilidad del dinero
Si el usuario tiene a su disposición una cantidad de dinero otorgada por una entidad bancaria pero solo dispone de la cantidad que le hace falta en cada momento estaremos hablando de un crédito. Cada vez es más habitual a este tipo de operaciones financieras denominarlas prestamos rapidos aunque realmente se trata de líneas de crédito.
Si el usuario necesita para saldar una deuda, hacer frente a un gasto etc., puede solicitar determinada cantidad de dinero a una entidad la cual le entregará la cantidad total, la cual el solicitante deberá devolver llegado el plazo previamente establecido más los intereses pactados. En este caso el solicitante hace uso total de la cantidad de dinero solicitada.
Cuantía de dinero como diferenciador entre crédito y préstamo
Si la cantidad solicitada es elevada, por ejemplo, 10.000 euros estaremos hablando de préstamos y el plazo de devolución es muy amplio pudiendo extenderse a años la devolución del capital prestado. En cambio en los créditos las cantidades solicitadas son mucho menores, pudiendo incluso ser denominados como microcréditos, pudiendo ser de cantidades que oscilan entre los 100 y 1000 euros y los plazos de devolución son bastante cortos, aproximadamente un mes.
Requisitos de los créditos y préstamos
Al ser una cantidad elevada de dinero, los requisitos que se le exigen al solicitante son bastante rigurosos, tales como avales personales o reales, demostración de solvencia, posesión de trabajo fijo etc. En el crédito los requisitos exigidos son mucho menores, incluso existen empresas crediticias que no exigen ni la presentación de aval, nómina, pensión o justificante de ingresos regulares para su concesión.
Destino del dinero
En el caso de que se solicite un préstamo se debe acreditar a qué se va a destinar el dinero bien mediante una factura proforma o similar (algo así cuando se solicita a un familiar una cantidad de dinero que normalmente tenemos que explicar para qué queremos el dinero…) En los microcréditos no hace falta explicar para que lo emplearemos, pudiendo ser fines tan dispares como el arreglo de un electrodoméstico, el pagar unas vacaciones o asumir los gastos que implica la boda de un familiar o amigo.
Devolución de la cantidad concedida
En los préstamos, es la entidad bancaria la que fija las cuotas y la cantidad de cada cuota para devolver el capital prestado. En los créditos es el propio solicitante el que lo devuelve según su conveniencia siempre dentro de los plazos establecidos en el momento de aprobarse la operación crediticia.
Cuantía de intereses
En la línea de crédito el usuario solo paga intereses por la cantidad de dinero realmente utilizada que ha puesto a su disposición la entidad financiera, no por la cuantía máxima asignada, aunque es común que las entidades bancarias establezcan unas comisiones mínimas aunque haya parte de dinero que no haya usado por el solicitante En cambio en los préstamos se paga intereses por la totalidad de la cantidad de dinero concedida.